Me contaron que escribir era bueno para la salud; sí, para la salud mental. En realidad no sé si es verdad o es una mentira de los escritores. Lo que si sé es que hoy pensé en probar, en averiguar por mis propios medios cuánta verdad había en esa afirmación. Así que acá estoy frente al teclado de la computadora.
La verdad es que no se qué escribir. Me contaron que escribir era bueno. Pero no me dijeron QUÉ escribir. Así que no se cuanto resultado dará esto; si es que da alguno.
Sé que mucha gente escribe sobre su historia, cosa que nunca me atrajo. Que tiene que andar uno comentándole a todo el mundo su intimidad, su infancia, su adolescencia, su adultez. La historia y la vida de cada uno es de cada uno y nadie tiene porque andar hurgando en las memorias del otro, y tampoco tiene que andar uno desparramando secretos así por que si. Lo que es más. Creo que la gente que escribe sobre su vida, lo hace por alguna de las siguientes razones. O lo hacen artistas y famosos del mundo del espectáculo porque no tienen otra alternativa para seguir ganando dinero; o lo hacen escritores que se le acabaron las ideas y conocimientos; o lo hace gente común que tiene algo que criticar a alguien y ve este medio como el más apropiado (algo en lo que no concuerdo en absoluto); o lo hace gente que quiere cambiar algo de su pasado y quiere hacerlo parecer de otra forma. Cualesquiera sea la razón por lo que lo hacen no merece mi admiración ni mi aceptación. Si no todo lo contrario.
¿Qué pienso de los lectores? Pienso que es gente que no tiene mucho tiempo ocupado y que llena ese vació enterándose de la vida privada de otros, o bien puede ser que sea gente que tanto admira a cierta celebridad que quiere saber como resultó y qué pasos hay que seguir (como si fuese un manual de vida…por favor!!!) o es gente demasiado crédula y no se da cuenta de lo ficticio que existe en una autobiografía.
Así que no voy a escribir una autobiografía. Porque no me considero ninguno de los autores descriptos en el principio, y porque no quiero que ustedes se conviertan en ninguno de los lectores descriptos anteriormente.
Podría escribir una historia de amor. De esas en donde el hombre es el puedolotodo que tanto sueñan las mujeres desde niñas, pero que nunca encuentran aún de viejas. Una de esas historias donde ese sentimiento-pulsion llamado amor, lucha contra toda fuerza maligna y la vence. Donde aquellos “dotados” (por decirlo así) de esa fuerza afrontan las peores dificultades en un mundo plagado de maldades y densas tinieblas para, una vez superadas todas las pruebas, juntarse en un mundo que empieza en ellos dos y termina también en ellos dos. Donde el mundo que los rodea nada puede hacer cuando se encuentran juntos y unidos en algo. Donde ese hombre puedelotodo y fiel, encuentra la mujer perfecta. Esa mujer fuerte e inteligente todo lo que se propone lo logra y que exteriormente parece inconquistable; pero por dentro es una mujer totalmente sensible y de sentimientos frágiles que se derrite ante un ramo de flores. Es en esas historias donde ambos se juntan en matrimonio y poco a poco aprenden a convivir y a sobrellevar los problemas de pareja. Y llegado el momento justo (porque nunca pasa antes, ni después) llega el fruto de su amor, un hijo. Y juntos lo crían con amor y nunca le falta nada, y este niño pronto crece y es un niño totalmente sano e inteligente que adquirió las cualidades de su padre y las virtudes de su madre. Y, según la longitud de cada historia, pueden darte un final en donde el niño progresa constantemente y uno entonces imagina el inevitable futuro perfecto de este niño, o bien, si la obra tuvo éxito, sacan la segunda parte…la vida de ese niño, fruto de un amor casi perfecto!
Podría escribir una novela adolescente. Donde se intenta dar explicaciones a los pensamientos, las filosofías y las acciones que toma cada ser humano cuando atraviesa este periodo. Explicaciones que aquellos “profesionales” que pasan toda su vida estudiando estos casos, se ven desconcertados ante cada uno de ellos. Cada uno difiere totalmente de los parámetros establecidos. Ninguno logra encajar con lo que ellos pronostican o esperan que llegue a ser. Cada uno de nosotros pasamos por ese periodo, ni nosotros mismos nos entendíamos, entonces que podemos exigir del resto. Es una etapa en la que uno actúa movido por una fuerza que todos desconocen pero que tiene su razón de existir; entonces escribir sobre esto seria tan vano como intentar evadir la fuerza de gravedad. Con una novela como estas, además, tratan de inducir al adolescente a sentirse identificado con un personaje descrito que dista mucho de parecerse a él. Donde las situaciones cotidianas son tan diferentes como la vida misma de cada uno. Seria una total perdida de tiempo escribir sobre esto también.
Sobre historia?. Seria repetir las mentiras (o las NO verdades, como prefieran llamarle) que otros ya nos indujeron a creer.
Sobre política?. Seria ante todo amarillista. Y además de esto estaría poniendo en cada uno de ustedes una idea totalmente personal y subjetiva que poco tiene que ver con la realidad. Estoy totalmente de acuerdo con la libertad de expresión y pensamiento, así que hacer esto seria atentar contra mis principios.
Escribir sobre filosofía? Nunca me intereso la materia. Es lo más abstracto que podría hacer. Es empezar a hablar de A para terminar hablando de Z, habiendo tocado los temas menos imaginables. Seria sentarme frente a la maquina a escribir sobre maneras de ver la vida, sobre como encarar ciertas situaciones, sobre la naturaleza de las cosas, para acabar preguntándome si realmente existe dios o estamos predestinados a la maldición que nos toca vivir. Nuevamente estaría atacando la libertad de pensamiento.
Podría quizás, escribir sobre cosas cotidianas. Podría escribir sobre autos, sobre motores, sobre maquinas, sobre animales. Eso no es para leer! A quien le gusta leer eso? Eso sirve solo cuando uno se dispone a sentarse largo tiempo en el baño y se lleva una de estas revistas para pasar el tiempo y presumirse a uno mismo cuan culto es! Por favor!
Podría escribir una historia común. De gente común. Ahora surge la pregunta ¿cómo sabemos cual gente es común y cual es diferente o rara? Difícil pregunta verdad?. Quizás nos familiarizamos con el concepto de “gente común” a la gente que responde a determinados parámetros preestablecidos por la sociedad conviviente en un espacio de tiempo y lugar determinado. Pero este concepto, si bien es el más aceptado, no es correcto. No podríamos determinar cual es la gente normal y cual es la gente rara. A gente del occidente nos puede parecer normal comer ciertas comidas por la mañana, que a gente del oriente les parece el disparate más ridículo. Y viceversa. Pero tomando el concepto anteriormente descrito, podría escribir sobre la vida cotidiana de gente que trabaja en empleos no muy destacados, cuya familia no sale por televisión ni por medios de difusión masiva, donde la vida privada de ellos no son centro de ataque de periodistas que se ganan la vida haciendo eso, donde nadie mas que su familia, amigos y vecinos los tienen en cuenta. Así podríamos definir a grandes rasgos lo que seria una familia normal. Una vida social normal. Podría escribir sobre esto y demostrar que muchos nos creemos que somos los únicos que padecemos de ciertas limitaciones, sin enterarnos del todo de la situación del vecino, podría demostrar que ciertas cosas podríamos cambiar, que tomando un punto de vista diferente del mismo asunto las cosas cambian radicalmente. Podría escribir sobre esto. Pero no tengo el tiempo necesario, ahora.
Podría escribir sobre deportes. Pero no creo que eso me ayude. Al contrario. Me volvería mas enfermo por mis inclinaciones deportivas y me ganaría muchos enemigos que no piensan y no sienten como yo.
La verdad es que no se sobre que escribir. Sobre cualquier cosa que escribiera tendría sus pro y sus contras. Pero lo más importante es que si escribo con el corazón el efecto terapéutico que me dijeron que tiene es invaluable. Y mas importante aun es, escribir sobre algo que a alguien le interese leer sin atacar sus convicciones y pensamientos. Es por eso que decidí que cuando tenga tiempo voy a escribir sobre algo.
Ahora me siento mejor que cuando empecé a divagar sobre que escribir. Es que me dijeron que escribir es bueno para la salud, si, para la salud mental

JONNY